LA CATEDRAL
Construida en el siglo XIV, fue instituida como parroquia en el 1421 por Alfonso el Magnanimo y en el tiempo sufrió distintas modificaciones. Desde 1748 asumió el aspecto actual por obra del arquitecto G.B. Amico, con la realización de las capillas laterales, el presbiterio, el coro, la cúpula, el campanario y la fachada. Las pinturas en estilo neoclásico fueron realizadas por Girolamo Rizzo y Onofrio Noto, mientras que los frescos de la vuelta son opera de Vincenzo Manno. El interior es a tres naves y custodia, entre otras cosas, una Crucifixión, atribuida al pintor flamenco Van Dyck, un Cristo Muerto, en piedra local, llamada "incamata", de Giacomo Tartaglia, un Padre Eterno de Domenico La Bruna, un San Giorgio de Andrea Carreca. El 31 de mayo del 1844 la iglesia fue elevada a Catedral por Gregorio XVI.
